24 abril 2008

Si...


Si mis manos me obedecieran solo por un infertil reflejo





Si mis ojos pudieran siempre adelantarse a los hechos





Si algún día mis oídos pudieran darme la entonación justa de las notas

Si mi nariz dejara de tentarse por el singular aroma de una panadería de madrugada o el secreto intimo que encierra ese perfume que venero

Si mi gusto buscara solo la armonía en la gente que conozco y las calles que camino




Sería entonces mi pasar por la vida una sucesión de tedios, un enjambre de obviedades

Un cúmulo de razones que me llevarían al llano, de vuelta a la mediocridad




Prefiero así vivir entre la adversidad, la duda y el silencio

Acepto la oscuridad y rescato la pureza de la luz a través del amable sol