18 septiembre 2007

Otro día de lluvia en Buenos Aires y van....



Que es lo que nos hizo intentar conocernos, compartir momentos de una vida que se escapa rápidamente, con este sentimiento difícil de definir… creo que ni vos ni yo podemos decir que nos lleva a pasar tanto tiempo juntos.

Prendo el televisor, como cada día, para escuchar noticias de allá, buscando que eso me dé la posibilidad de tener algo más que me una a vos, a mi lugar que tanto extraño y me entero que estás viviendo otro día más de cielo ensombrecido, con lluvia bañando tus calles, que fueron alguna vez también las mías y podría hablarte de baldosas flojas, abundante tráfico y protestas tuyas guiadas por el mal humor producto de tantos y tantos días sin sol…sin embargo solo puedo pensar en que si estuviese allá te tomaría de la mano incitándote a que nos refugiáramos en algún lugar solo escaso de claridad por decisión propia.

El solo saber de la lluvia que cae hace días en Buenos Aires me translada allá y enlaza enseguida mi mente al recuerdo de días nublados y lluvias pasadas que alguna vez pudimos compartir, usadas como pretexto para justificar huidas nuestras de lo que llamo nuestro mundo real buscando algún refugio conocido o no.

Te veo asumiendo el papel del guardián de nuestra intimidad asegurando la puerta de nuestro mundo evitando así, si se puede, que alguien entre y sobre todo nada contamine el ambiente de luces tenues digitadas alguna vez por vos y otras veces por mi buscando el entorno ideal de lo que promete unos momentos de placer y generosidad solo para dar al otro lo que nunca nadie haya podido entregar.

Y entre besos y caricias ver como te quitás la camisa para evitar quede algún rastro que delate el preludio de lo que allí vaya a suceder.

Loco o incomprensible para unos, natural para mi, eso es lo que trae la lluvia a mi mente, tu cuerpo, el mío… recuerdos de lluvias pasadas.