28 mayo 2008

Quiero...o quisiera



Quiero que tu boca abrace mi boca.


Quiero que recorras uno a uno mis pliegues saboreándolos y que percibas el éxtasis que me provoca simplemente el pensarte.


Quiero que tus manos como siempre le enseñen a las mías dónde tocar para encender el deseo.

Quiero tan sólo juegos eróticos, todo físico y nada espiritual, rehabilitar a través del cuerpo lo emocional.


Quiero lamer las gotas de sudor que recorren tu pecho, descendiendo hasta tu ombligo, humedad que mi lengua se desespera por recoger, salado, caliente e inquieto.


Quiero disfrutar cada contracción producto del deseo que inspiras en mi, espasmo involuntario de sentir como mujer el placer cuando tu sexo y el mío se unen.


Quiero que hagamos el amor como tantas otras veces, descargando en el otro nuestros deseos reprimidos, nuestras ganas imposibles, nuestras noches de soledad no queridas, ansiosos.


Quiero revivir aquellas primeras palabras, por la curiosidad, la incredulidad y el atrevimiento con que te metiste en mi vida.


Quiero revivir tanta emoción contenida, por el deseo compartido, vivo, inquieto, hecho de ansiedad y piel dispuesta por las ilusiones vividas.


Quisiera todo sin pensar que se puede y que no, que nunca dejes de mirarme y que yo no deje de desearte cada día un poquito más.


Quisiera que te desabroches el alma la próxima vez que te desnudes...porque no estarás completamente desnudo hasta que no tengas el alma desabrochada...entonces, solo entonces, podre sentir que me perteneces.

Quisiera entretenerme más, pero vos y yo siempre andamos corriendo con el tiempo.