12 junio 2008

Tiempo de códigos y señales


El nuevo encuentro promete una aventura imaginada mil veces, entrega sin límite ninguno, aromas que despertarán la memoria, nublarán la mente y erizarán la piel.


Reencuentro de mis pechos somnolientos y aletargados, del placer que inunda el cuerpo, las manos y los sentidos mostrando mi esencia, tú esencia mientras mis manos te alcanzan y te acorralan mis labios húmedos.


A veces intento compaginar razón con pasión y entonces te pido me cuentes tus fantasías más ocultas, tus deseos más íntimos los sueños que crees prohibidos. Quiero que me los cuentes al oído como un secreto, con una voz sensual que me erotice y yo poco a poco intentaré hacerlos realidad con el mezquino tiempo que me das.


Conozco las señales, los códigos y nuestras palabras permitidas y prohibidas, exploré de tus manos lo que es la entrega del cuerpo desnudo al placer desconocido y traspasé los límites de un amor indefinido.


Marque mis propias fronteras con códigos y señales que te enseñé y aprendiste a usar sin abusar de ellos, sin palabras con un alfabeto mudo que creamos y que nos pertenece. Yo también respeto esos límites disfrutando de la libertad de usarlos, ponerlos e imponerlos.


…y así viajaré a la promesa de un tiempo de amar y soñar nuevamente, tiempo a dosis de largos intervalos solo marcados por la distancia.