Hace días que me levanto con la extraña sensación de que algo falta, algo ha cambiado. Me miro al espejo y la imagen que se refleja es exactamente la misma que día a día acostumbro ver, mirando a mi alrededor y en una ligera revisión pareciera que cada cosa está en su lugar y que todavía hay un lugar para cada cosa, sin embargo la percepción persiste.
Me siento por fin frente a la página en blanco de mi blog, quien sin ser un espejo muestra mejor que nada quien soy porque muestra que siento y pienso y a pesar de querer escribir, de tener la disposición y el deseo de hacerlo las ideas no vienen a mi, no encuentro las palabras, esas que antes venían sin que yo las llamara, esas que a veces me asombraba ya verlas en la página sin poder precisar en que momento habían llegado a ella, con voluntad propia casi sin mi participación.
Ellas eran producto de mis pensamientos, de mis ocultos sentimientos, eran las que daban cuerpo y alma a mis sueños y así a través de ellas, tener vida propia, en el terreno de lo real.
Tengo miedo que se hayan ido para siempre, que me hayan abandonado y si así fuera, mi mundo, ese que pude mostrar con mis letras, página tras página, se volvería monocromático, le invadiría la monotonía a todo quitándole la magía que alguna vez le encontré y pude mostrarles, las distancias solo serían kilómetros, el corazón un músculo que bombea sangre, la lluvia solo agua que moja y los sentimientos empezarían a oxidarse por la falta de uso. Las miradas mirarían sin ver, los cuerpos ya no transmitirían sensaciones sino que serían envases vacíos para transladarnos de un lado a otro cumpliendo solo las funciones fisiológicas para lo que fueron creados y hacer el amor solo sería un intercambio sexual necesario para asegurar la continuidad de la humanidad.
…Sabrán ellas todo lo que puede cambiar si no están?...y si las perdí para siempre? Que vacía me siento sin mis letras. Las extraño, necesito volver a escribir, por ellas, para que puedan volver a ser, volver a ser libres, por mi, para releer lo que escribo, disfrutar el nacimiento de un nuevo pensamiento producto de todo lo que siento y lo mejor de todo compartirlo y abandonarlo al criterio de alguien más.
Mi imagen sigue allí, frente al espejo, aparentemente soy yo la misma de siempre pero ahora ya sé que falta, se realmente que nunca nada será igual, mi imagen ya no soy yo es solo una foto estática que no puede reflejar nada más.
